miércoles, mayo 30, 2007

Entrevista a Jon Calvo, cantante y guitarrista de "La Inconsciencia de Uoho"

“Me siento como si estuviera jugando al fútbol con Ronaldinho”

Todavía no es conocido, pero pronto dará qué hablar. Al menos, eso es lo que piensan los tres componentes de Extremoduro, Iñaki Uoho (guitarrista y ex “Platero y tú”), Cantera (batería) y Miguel (bajo), del joven vocalista y segundo guitarrista, Jon Calvo. Juntos forman, “La inconsciencia de Uoho”, banda que, bajo el reclamo de su guitarrista y productor, Iñaki Uoho, está actualmente de gira presentando su primer álbum, “Inconscientes”. A sus 21 años, Calvo comparte escenario con músicos de extensa trayectoria en el panorama del rock español. Reconoce ser fanático hasta la médula de “Platero y tú”, el único grupo que ha escuchado a conciencia. Estudiante de Bellas Artes y aficionado a pintar cuadros en su tiempo libre, dice sentirse algo cansado de hablar de su nueva popularidad.


-¿“La inconscencia de Uoho” o mejor “Inconscientes”?
-“Inconscientes”. Cuando la idea de hacer un grupo tomó forma, pensamos llamarlo “Inconscientes”. Además Iñaki ya tenía guardado el nombre en el registro, porque le gustaba. Pero nos comieron la oreja los promotores de conciertos para que apareciera el nombre de Iñaki Uoho como reclamo y nos ha valido. Nuestra idea cuando nos decidimos por “La Insconciencia de Uoho” era desprendernos de él cuando ya fueramos conocidos y llamarnos “Inconscientes”.

-¿Cómo fue la formación del grupo?
-Conocí a Iñaki, cuando nos ficharon con mi otro grupo, “Memoria de pez”, para grabar discos con su discográfica “Muxik”. Después del primer álbum, tuvimos follones dentro de la banda. Entonces, decidimos darnos un tiempo. Ellos -Extremoduro- también optaron por parar. Iñaki, Cantera y Miguel empezaron a ensayar para desoxidarse. Entonces, necesitaban un cantante, alguien que además tocara la guitarra. Y estando un día de pedo, me dijo Iñaki: “Calvo, vente a tocar con nosotros, que vamos a ser los putos amos”. Allí me fui con la guitarrita todo acojonado y desde el primer día hubo buen rollito. Es como si estuviera jugando al fútbol con Ronaldinho, con gente que lleva muchos años tocando y tiene muchas tablas.

-¿El objetivo era encontrar una voz similar a Fito?
-¡Que va! Eso es culpa mía. ¡He escuchado tanto “Platero y tú”! Es básicamente lo único que he escuchado en mi vida. Entonces se me han pegado guiños de Fito a manta. Ahora me estoy dando cuenta en directo de que puedo hacer mucho más. Me podía haber quitado la comparación de encima, habiendo tenido algo de recorrido.

-¿Qué ofrece el álbum “Inconscientes”?
-Es un disco de rock clásico con una amplia variedad de canciones. Tocamos un surtido de rock con canciones y letras directas. Filosofía rock and roll, en resumen.

-Las similitudes con “Platero y tú” y con “Extremoduro” son notables.
-Lo normal es que si Iñaki ha hecho otros trabajos antes, lo que haga ahora guarde una coherencia con lo anterior. La gente piensa que es como si él se estuviera copiando a sí mismo. Creo que es normal que comparen, aunque sean odiosas las comparaciones. Prefiero que me comparen con “Extremoduro” y con “Platero” que no con otra gente.

-La versión del “Ace of Spades” de Mötorhead titulada como “Mujer brutal” , ¿un puntazo?
-No es una de mis canciones favoritas. Pero llegué un día al ensayo y éstos la tocaban como animales. Me dijeron: “Calvo, hay que hacer una letra para esta canción, que mola”. Al final, nos hizo la letra Alex Sardui, el cantante de “Gatibu”. El sábado en Zaragoza flipaba viendo a las chicas cantando “Mujer rural, mujer brutal”. Me dije: “¡Madre mía, esto es el mundo al revés!”. Es una canción muy de filosofía rock, empieza muy rápido y luego acaba de repente. Es echarlo todo en una canción. En concierto la canta Iñaki para que yo no me quede afónico. Para el disco, hice una toma que me salió de rabo y ahí se quedó.

- Una canción a destacar.
-Tengo una favorita que es “Sin querer”. Supongo que es con la que más a gusto me quedé en la grabación. Soy incapaz de disfrutar del disco. Si lo escucho, en cuanto abro la boca me digo: “¡No, cállate, pesado!”. Es una sensación muy extraña, no sé si me voy a acostumbrar. La de “Sin querer” es la única que me hace sentir satisfecho con el curro que hice de voz. Luego en directo me motivan otras, como “Luna”, por ejemplo.

-Las letras se centran en el desamor y la soledad.
-Las canciones cuentan la etapa que nos ha tocado vivir, habla de nosotros. En el momento de crearlas estábamos de bajón y la mayoría de las canciones son un poco tristes.

En directo

-Después de 10 conciertos, ¿qué tal va la gira?.
-Para mí una experiencia, pero nos ha faltado promoción. Al ser una discográfica novel estamos pagando las novatadas de la primera vez. Se ha invertido dinero en la grabación del disco pero se ha descuidado la promoción, que es lo que hace hoy en día que se vendan discos y la música suene. En realidad, le damos más importancia a que sea una cosa bien hecha que a promocionar algo por querer venderlo. Pero tenemos que ir poquito a poco tapando este agujero de la promoción. La gente no se ha enterado de que hemos sacado el disco. Aún y todo, es bonito ver que vamos a donde sea y hay un puñado de personas que se sabe ya las canciones. Para mí es como ir conquistando los sitios.

-Además de las canciones del disco, ¿con qué más cuenta el set list?
-Nos acompaña el poeta Manolo Chinato, que tiene media hora antes del concierto para recitar sus poemas y luego tocamos un par de canciones de “Extrechinato y tú” que no las ha tocado nadie en directo. La movida es que tenemos sólo un disco, entonces tenemos que tirar por cojones de versiones. Tocamos canciones de “Platero” que las ha escrito Iñaki o temas de “Extremo” en los que también han colaborado ellos. Son canciones que las sentimos nuestras. Estamos también intentando meter alguna de “Memoria de pez”. Cuando la gente conozca las nuestras podremos tocar otras que no se sepan tanto. Hasta entonces tenemos que tirar de canciones que sepamos que van a mantener a la gente enganchada al concierto.

- ¿Hasta cuándo va a continuar la gira?
-Algún día diremos que se ha acabado, porque tenemos cada uno otros proyectos, como tienen ellos “Extremo”, pues tengo a “Memoria de Pez”. Estamos abiertos a que si nos salen más conciertos girar durante cierto tiempo. Pensamos tocar durante este verano todo lo que podamos y luego ya a otras cosas.

-¿Alguno de los conciertos a recordar?
-Para mí el del Antzoki en Bilbao fue muy especial porque era el segundo que daba y uno de los más gordos que mi vida. Tuvimos un par de colaboraciones extra además de la de Manolo. Tocó con nosotros Batiz, que toca ahora en “Gatibu” y con Fito, y salió Juantxu, el bajista de “Platero y Tú”. Fue un concierto muy emotivo y tengo el recuerdo de estar tocando y ver a la gente aplaudiendo y pensar: “Vaya jaleo hemos armado esta noche aquí”. Conseguí reflexionar y darme cuenta de lo estábamos viviendo. Pero en realidad, son todos diferentes. No podría elegir un polvo entre todos los polvos, pues con los conciertos igual.

Nueva etapa personal

-¿Qué ha supuesto entrar en “La inconsciencia de Uoho”?
-Diversión más que nada. Para mí esto ha sido una oportunidad de estar muchos días de fiesta y dedicarme a hacer lo que me gusta. Pero no te cambia la vida. Te cambia cuando estás subido en el escenario, la responsabilidad de intentar hacerlo bien. A mí me ha venido de puta madre. Sé que muchas personas me cambiarían sus trabajos por irse de gira.

-¿Sufre la voz?
-Sí. Tuve un susto los primeros días, tuve una infección de laringe, porque tampoco tengo una técnica ni ostias. Supongo que entra dentro de los riesgos del espectáculo. De todas formas no me considero cantante, como tampoco me considero guitarrista. Para mí la música es un lenguaje, y yo la utilizo con un fin, que es transmitir. No veo la música como algo que estudiaría. Mis profesores de guitarra y de música me ha enseñado cosas que yo no quería aprender. Parecía que me ocultaban la verdad y lo que yo quería saber no me enseñaban.

-¿Qué se siente sobre un escenario?
-Es una sensación muy rara. Si esa sensación se pudiera comprar, habría más sitios donde se vendiera que puticlubs. Para mí es lo máximo, no lo puedo comparar con nada. Es como cuando un surfista coge una buena ola o cuando un futbolista mete un gol. Si ves que hay conexión entre el público y lo que haces tú, pues ya te cagas encima. A veces se hace raro que el público esté esperando que le lances una púa, cuando es un cacho de plástico.

-¿Tienen “Inconcientes” nuevas ideas para un próximo disco?
-Se quedaron canciones a medias, que habrá que sacarlas. No tenían letra y así no les puedes dar salida. Hemos hablado de hacer más cosas, o sea que supongo que será un proyecto de más discos.